Hemos hablado ya en este blog de qué se debe hacer cuando durante un show de magia un truco sale mal. En muchos casos sólo el mago sabe exactamente lo que va a ocurrir a continuación en el efecto y por eso muchos errores pueden pasar desapercibidos, si no totalmente, al menos de forma parcial. Para esto debe continuarse con el espectáculo como si nada hubiese pasado, o asumir el traspie con humor. El público confía en el mago y se guía por sus reacciones, si lo ve dubitativo sabe que algo anda mal. En cambio, si el mago demuestra confianza -aunque por dentro este insultando por el truco que no funcionó- los espectadores pensarán que todo marcha según lo planeado.
Ahora bien, hay que reconocer que ciertos errores son más disimulables que otros y otros son completamente imposibles de esconder. Es claro que muchas veces las cosas salen mal, las fallas están a la orden del día, por eso el ensayo a conciencia es el pilar fundamental de todo mago.
El problema mayor es cuando las posibles fallas se dan en efectos de riesgo donde la integridad física del artista o de uno de sus asistentes estan en juego. En un post anterior hablamos del truco de magia más peligroso del mundo donde el mago atrapa una bala verdadera con los dientes. Más de una decena de magos murieron realizando ese efecto, no hay forma de disimular en esos casos.
En otros casos los magos utilizan fuego o pinches filosos como elementos de riesgo para llamar la atención en sus shows. Esto implica un peligro que hay que saber manejar. El verdadero inconveniente es cuando algo se sale de los planes.
A continuación les propongo ver algunos videos en los cuales las cosas no salieron nada bien, ni para el público, ni para el mago. No se trata de reirse o burlarse de un colega sino de tomar conciencia de los recaudos que es necesario tomar en estos casos para que el espectáculo sea %100 seguro. Practicar, practicar y practicar y maximizar las medidas de precaución a la hora de realizar efectos de riesgo, esa debe ser la enseñanza.
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